Beneficios de la actividad física

Beneficios de la actividad física

Beneficios de la actividad física

La actividad física, junto con una buena alimentación son clave para mantener una buena salud a todas las edades pero tienen especial importancia cuando se superan los 70. Se ha demostrado que la inactividad física está relacionada con el desarrollo de algunas de las dolencias de mayor prevalencia en la gente mayor: problemas cardíacos, diabetes, hipertensión… además de contribuir a la pérdida de autonomía física y mental que conduce a la dependencia.

 

Beneficios físicos de la actividad física en la tercera edad

La actividad física nos puede ayudar a:

  • Prevenir el envejecimiento prematuro, tanto interior (de los órganos) como exterior.
  • Prevenir dolencias cardiovasculares como la hipertensión y la trombosis, así como problemas respiratorios y digestivos.
  • Prevenir atrofias, lesiones musculares y óseas, y mejorar la movilidad articular.
  • Mantener la capacidad respiratoria.
  • Potenciar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad.
  • Mejorar los reflejos, la coordinación y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.
  • Mantener el peso corporal y evitar la obesidad.
  • Recuperarse después de una dolencia o lesión.
  • Mantener la autonomía física.
  • Conocer las limitaciones y aceptar el propio cuerpo, que va cambiando con la edad
  • Además, la actividad física continuada puede evitar la necesidad de tomar algunos medicamentos relacionados con la depresión, el cansancio, el insomnio o la ansiedad, y también disminuye las visitas al médico, contribuyendo a disminuir el gasto sanitario público.

 

Beneficios psíquicos de la actividad física en personas mayores

La actividad física también puede incidir sobre las capacidades mentales y la salud psicológica de las personas mayores, sobre todo si en el momento de realizar la práctica deportiva se añaden elementos que hagan ejercitar la mente. Con la actividad física es posible:

  • Trabajar la memoria y la atención.
  • Mejorar la autoimagen y la autoestima.
  • Mejorar el estado de ánimo, previniendo o mejorando la depresión, la ansiedad…
  • Mantener la autonomía psíquica.

Beneficios socio-afectivos de la actividad física en la gente mayor

En una época de la vida en que habitualmente se ha perdido el nexo social que aportaba el trabajo, a raíz de la jubilación, en que los hijos suelen vivir fuera de casa, y en que puede empezar a producirse la pérdida de algunas personas queridas (entre otros la de la propia pareja), la práctica de actividad física con otras personas puede ayudar a:

  • Llenar el tiempo libre con actividades de ocio saludables.
  • Evitar la soledad y la posible depresión asociada.
  • Sentirse integrado en un grupo.
  • Hacer nuevas amistades con personas de la misma edad pero que pueden tener gustos e ideas diferentes, obligándonos a pensar en nuevos temas.
  • Rejuvenecernos con el contacto con gente más joven, si forman parte del grupo, o por el contacto con el monitor/a de la propia actividad